quarta-feira, 30 de julho de 2014

"Gradas rebeldes, aficionados conscientes": Comunicado Alkor Hooligans & Bukaneros.

Por encima de colores y escudos, nuestra actitud nos une. Por ello consideramos que esta ocasión es perfecta para desde nuestra posición hacer un llamamiento y visibilizar el terror que el imperialismo está desatando mientras nosotros animamos a nuestros equipos.
Los conflictos y agresiones que el imperialismo capitalista desarrolla en zonas de la periferia del sistema capitalista ni son nuevos ni mucho menos aislados, pero en el momento actual hay dos lugares que llaman nuestra atención y nuestra sol

idaridad incluso por encima de los demás como son la continua agresión sionista sobre Palestina y el golpe de estado a manos de los fascistas en Ucrania.
Palestina ha sufrido la ocupación militar, política y económica por más de cuatro décadas. El estado sionista de Israel practica un sistema de apartheid sobre la población palestina, destinado a asegurar y afianzar el proyecto político de imponer un estado propio en la tierra que reclaman por “voluntad divina”. Y como cualquier apartheid, este debe apoyarse en un completo control económico, político y militar que en momentos específicos toma la forma de genocidio destinado a ampliar y afianzar las zonas de control del estado sionista. En esta última ofensiva Israel ha asesinado hasta el momento a más de 1000 personas, en su mayoría civiles no combatientes y alrededor de 200 niños. Se bombardean de forma sistemática colegios, hospitales y cualquier infraestructura que permita minar la moral, la vitalidad y la resistencia de los palestinos. Bombas y balas que abren paso a la dominación y explotación de los recursos naturales de Palestina, mientras la población árabe se ve recluida y ahogada en barrios y campamentos sin recursos, a la sombra de muros interminables que protegen los privilegios de Israel y sus ciudadanos. 
Y ante todo esto, la comunidad internacional, incluyendo a España y EE.UU., proveedores de armamento israelí, mantienen posiciones de ambigua neutralidad que permite que el sionismo siga defendiendo los intereses del imperio.

Mientras tanto, en Ucrania, tras lo que los medios al servicio del orden capitalista denominaron “revolución” pro-europea, se instauró un gobierno con numerosos elementos abiertamente fascistas, que concentraron el poder mientras organizaban y armaban milicias paramilitares destinadas a reprimir cualquier tipo de oposición: atacaron sindicatos, secuestraron militantes, asesinaron activistas y persiguieron cualquier resquicio de actividad revolucionaria destinada a resistir frente a los intereses de Europa y EE.UU. en el país. Con la evolución del conflicto, y el afianzamiento de los fascistas en el poder y en las calles, y con el surgimiento y organización de milicias antifascistas decididas a resistir esta nueva agresión perpetrada por la burguesía mediante sus históricos perros de presa, la situación se ha transformado en una “guerra civil” entre la maquinaria fascista y la voluntad de los militantes antifascistas. La historia nos debería resultar familiar: la burguesía promueve una ofensiva fascista en defensa de sus intereses, y el silencio internacional es todo el apoyo que reciben aquellos que deciden entregar su vida a defender los intereses de la clase obrera. Silencio y mentiras en la España de 1936, silencio y mentiras en la Ucrania de 2014. Cañones, telediarios, fusiles y periódicos son las armas utilizadas para una vez más someter a la clase obrera a los intereses de los propietarios de los grandes capitales.
Desde aquí, lo mínimo que podemos hacer es llamar la atención sobre la colaboración (nuevamente) entre la gran burguesía y los fascistas, con la clase trabajadora y los revolucionarios como foco de su ira; y admirar y alabar el valor y la determinación de aquellos que están entregando su vida a la resistencia contra el fascismo.

CONTRA EL FASCISMO. CONTRA EL SIONISMO. SÓLO EL PUEBLO SALVA AL PUEBLO. ¡NO PASARÁN!

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